En su opinión, la mejor opción es decantarse siempre por aquellos que se celebren al aire libre, no solo porque minimizan los riesgos de contagio, sino porque considera que los niños deben estar el mayor tiempo posible en contacto con la naturaleza por todos los beneficios que les aporta. Según indica, «lo más adecuado es que los participantes se organicen en grupos burbuja para que solo interactúen entre ellos a la hora de realizar actividades, comer o cenar, pero sobre todo a la hora de dormir, que es cuando prescindirán de su mascarilla durante mayor tiempo dentro de un recinto. Se trata de trasladar lo que hasta ahora se ha hecho en los colegios a los campamentos, con esa diferencia de que pernoctan».
El aprendizaje del protocolo en el colegio
Por esta razón, tanto si se duerme en tienda de campaña como en el interior de edificios aconseja que se haga en grupos reducidos y que se mantengan siempre las habitaciones abiertas y bien ventiladas. «Una habitación, por ejemplo, con 30 literas está claro que no podrá usarse al completo por el alto riesgo de contagio», indica.
Gorrotxategi advierte que lo importante es que los padres se informen bien de los protocolos establecidos por la organización a la que van a llevar a sus hijos y que estén tranquilos «porque los niños ya tienen un rodaje muy importante que han adquirido desde que se reiniciaron las clases escolares tras el confinamiento de marzo del año pasado. Tienen muy interiorizado lo que tienen que hacer y lo que no para evitar riesgos».
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